domingo, 27 de noviembre de 2011

Su nombre: Lola, la vida sin ti y un poco de mi.

Tarde o temprano caería en escribir una entrada un poco más personal, hoy es la noche.

Después de una larga noche de antro y una tarde de descanso, llegaba el momento de alistarme para un evento que realmente esperaba, la cena con pretexto de Thanksgiving pero que para mi representaba el reencuentro con fabulosas personas que en poco tiempo se han convertido en grandes amigos y que realmente he extrañado tanto y añoraba el momento de volvernos a ver a todos unidos, gracias por este reencuentro, de corazón: los quiero.

Un corte de cabello era necesario así que decidí ir a aquella estética que durante tantos años he frecuentado, 20 minutos después de llegar comenzaba mi corte con ella, su nombre: Lola. Un poco de plática como siempre para ponernos al día de nuestras vida fue el preámbulo de una conversación un tanto más personal; y es que Lola siempre me ha parecido una mujer interesante, su acento español, la expresión en su rostro, la fuerza de su actitud y caracter aguerrido... esas entre otras muchas características, hoy fueron las que desataron en mí el momento de confesiones.


La historia de una relación pasada difícil de olvidar salió de mi boca: aquellos cafés dominicales acompañados de nuestros respectivos libros, los paseos en bicicleta, las pláticas sobre música, libros, películas, las visitas a nuevos y acogedores restaurantes, los abrazos de cada noche que se rompían hasta el amanecer, tu voz y expresiones, tu tacto y la sensación en mi cuerpo al sentir tu piel, tu complejidad, tus ideas y emociones, tu sentido del humor, las palabras y miradas de cariño, lo mucho que compartíamos y las similitudes entre ambos... todo aquello y mucho más que hoy son elementos difíciles de soltar, una decisión que rompió aquella gran unión sin que nada pudiera y hasta ahora pueda hacer yo. Hoy día ya no duele pero si queda el coraje con la experiencia, no en el mal sentido, sino al darme cuenta de que existen todos los elementos para tener una relación de la cual la gente estaría celosa por todo lo que podríamos compratir, la conexión e intensidad. La misma historia pero ahora en labios de Lola, un gesto de melancolía, ojos nostálgicos pero fuerza ante todo... confesiones de ambos.

Como resultado de nuestra plática parace ser que aquello que se dice sobre el tiempo, no siempre es así, no siempre con el tiempo viene el olvido, quizás se supera de algún modo pero para algunos casos, las ganas de haber vivido y seguir viviendo lo que no fue ni es siempre quedarán, numerosas preguntas sin respuesta, un corazón más fuerte y maduro pero con cicatrices... Lola hoy día es una mujer fuerte pero al igual que yo no lo ha olvidado, superado si pero... "aunque el tiempo pase nunca lo olvidarás, será solo una vez en tu vida" y ¿será que aunque las cosas cambien y los podamos ver de otra manera y sin sufrir, siempre estaremos esperando?

Después de ti soy alguien que se disfruta más así mismo, he revalorado lo que soy y reincorporado facetas a mi vida que había dejado a un lado, otras que aún no aparecían se han integrado a mi cotidianidad, soy fuerte, soy feliz y te doy las gracias. Puedo tomar un libro y disfrutarlo, tantas ideas y sentimientos ahora son plasmados por escrito, las música tiene un sabor diferente, el café una nueva textura, los momentos a solas un nuevo significado, cada amanecer un regalo de la vida... pero sin ti. Hoy te puedo ver y estar bien, llenarme de gusto de saber que también vas mejor, desear de todo corazón lo mejor para ambos y claro está, el tenerte presente en mi vida de una forma u otra.

Lo que queda en mi, ganas de encontrarte, no se tu nombre, ni el momento, ni el lugar, tampoco sé si ya te conozco, sólo estoy seguro que algún día coincidiremos en la vida para estar juntos. Por ahora he de reconocer que hay miedo... miedo al darme cuenta que soy alguien complejo, exigente y que las actividades que realizo son un tanto solitarias, no salgo mucho, no tengo innumberables grupos de amigos, así no sé como te conoceré; por otra parte ¿quién sigue creyendo en relaciones a largo plazo o para toda la vida? ¿exisitirá más de una oportunidad en la vida de conectar tan rico con una persona en todos los sentidos?... cierro los ojos, respiro... miedo. Pero ahora si que como dijo Lola, a seguir adelante que siempre hay más, si lo queremos lo podemos, a pensarlo, a sentirlo, a desearlo, a vivirlo... ¿sincrodestino? no lo sé pero por el momento la idea me reconforta.

Esa mujer con sus palabras sobre el tiempo y lo que no se olvida (si, como aquella canción de Franco de Vita que ahora viene a mi mente) pero la necesidad y oportunidad de seguir y ser feliz, su nombre: Lola. Todo esto es un poco de mi ahora que me toca estar sin ti.

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