lunes, 9 de marzo de 2015

Las flores de Angelopolitano

Con un muy buen sabor de boca, con una anécdota de encuentros, es que retomo la pluma y el papel… bueno, el teclado y la pantalla, regresando al blog con una gran recomendación culinaria: Angelopolitano.


Ubicado en una zona de gran competencia entre restaurantes, la Roma Norte, más específicamente en la calle de Puebla 371 es que se encuentra el Angelopolitano, un restaurante que definitivamente se ha colocado entre mis favoritos y que me sorprendió como ya hace un tiempo ningún otro lo había logrado.


He de confesar que a pesar de tener un tiempo abierto, nunca había decidido firmemente ir a conocerlo sin embargo, esta semana a través de las redes socialesme enteré que Angelopolitano estaría presentando un festival Chino-Poblano y que mejor manera de festejar mi cumpleaños que haciendo una de las cosas que más me gusta: comer.


La experiencia fue grata desde el recibimiento pues todo el personal es muy atento, lo que si les recomiendo es hacer reservación pues el lugar se llena y aunque el tiempo para entrar no es desmedido en verdad no quieren esperar a probar las delicias que el chef Gerardo Quezadas tiene para nosotros.


La carta es bastante extensa cimentada  en la cocina poblana y dándole forma con las propuestas que el chef tiene para nosotros marcando el distintivo del lugar, sin embargo lo único que probé de esta fueron las chalupas poblanas que traen de inmediato una explosión de sabor, en la que una salsa verde muestra la cara fresca del plato y la salsa roja nos deleita con un sabor más profundo pudiendo decir que las chalupas fueron traídas desde la misma Puebla. 


La razón por la cual no probé más de la carta es la misma razón que me llevó a  Angelopolitano: su festival Chino-Poblano. Esta experiencia gastronómica comienza con unos rollos primavera que se cruzan con la comida mexicana mediante el chile poblano y el elote que predicen lo que será un agasajo de sabores, continuando con una sopa de wontton y hongos cuyo aroma llama la atención desde que se van acercando a la mesa para servirte esta excelente propuesta, posteriormente un pollo cantonés pero con una salsa basada en el mexicanísimo chipotle  que hacen de este platillo algo único y verdaderamente delicioso, es dulce y es picante, una textura agradable siendo crujiente al exterior y suave por dentro sin perder en ningún momento el balance de los distinto sabores que conforman el plato, finalmente y para cerrar de manera impecable llegan las enmoladas de pato con un sabor inigualable demostrando la razón por la cual Angelopolitano ha recibido reconocimientos como una de las mejores propuestas de la comida mexicana hoy día, un mole de gran calidad y sabor.

 

 

¿Y las flores? Para entenderlo tienen que ir y probablemente nos encontraremos pues Angelopolitano me ha ganado para convertirlo en unos de mis restaurantes favoritos.

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